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domingo, 26 de marzo de 2017

El sábado coincidí en un concierto con un antiguo alumno, bueno, no tan antiguo, del curso pasado.

Antonio es un alma inquieta, un genio. Toca el piano, el violonchelo, se interesa por todo lo que se mueve, sobre todo insectos y muchísimas cosas más. El sábado tocaba el violonchelo y fue una sorpresa.
Yo iba a ver también el Museo de Rando y estuvimos un rato juntos analizando algunas obras.
Me alegra mucho veros.

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